Hoy parloteando con mi compañera de trabajo ha salido al tema la fiesta del Carmín. Me decía que jamás había ido, y yo le contestaba que me parecía un sacrilegio asturiano el no verla. Su excusa es que no le gustan los tumultos; a mi tampoco. Yo no iría a un Descenso del Sella, por la gente que se acumula allí, pero El Carmín... tiene algo.
En Pola Siero, villa populosa y amante de romerías, celebra al llegar el verano, una de las más bulliciosas y concurridas fiestas veraniegas. Este año, cae de lunes 20 de Julio.
La gente, acompañada de sus buenos amigos, una buena comilona, las toallas para poder tumbarse en el prao... y todo esto, con ríos y ríos de sidra corriendo por doquier. Se recomienda ir con ropa cómoda, y si hace buen día, no olvides tu gorra y gafas de sol, y después... como no, en una fiesta de este tipo, hay que aguantar hasta la noche, y salir de fiesta.
Muchos valientes, al volver al pueblo, van pidiendo agua a sus vecinos. Estos, muy amablemente, se asoman a los balcones de sus casas, y calderazo a calderazo, van empapando a toda la gente que gozosa de jolgorio, pide a gritos más agua.
Verbena, Pubs, sidra por todos los lados, Mercadillo, y hasta el típico "Coches de choque", ambientan una de las mejores fiestas para mí, del verano asturiano.
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