La cultura popular siempre ha dicho que un hombre de manos o pies grandes debe tener necesariamente un gran miembro viril, y viceversa. Pero ¿se cumple realmente esta correlación?
Este es uno de los párrafos de un post aparecido hace unas semanas en GenCiencia.com.
Al parecer, para responder a esta pregunta, hay que recurrir a los genes Hox. Cada gen Hox define, y es responsable, de un trozo del cuerpo, siendo el orden de los genes en la fila el mismo que las partes del cuerpo que cada gen define, a la izquierda los genes que especifican la cabeza, en el centro los del tronco y a la derecha los del abdomen.
Lo relevante es que los niños que nacen con mutaciones Hox que afectan a sus extremidades también suelen presentar malformaciones en los genitales: muchas de las moléculas que forman las extremidades crean también los genitales.
Sin embargo, la correlación positiva del tamaño de las extremidades y el pene sólo es parcialmente cierta: es estadísticamente significativa, pero débil.
Y finaliza la noticia diciendo, que hay más relación entre la percepción del tamaño de nuestro pene y nuestra autoestima, que entre el tamaño real y el tamaño de nuestras extremidades.
Mito desmentido pues. La noticia completa la podéis encontrar en www.genciencia.com
Aquí tienes tema para una encuesta de esas tuyas jajajaja.
ResponderEliminarYo también lo veo clarísimo...
ResponderEliminarAaron, encuesta ya!! xD