El frío, ha vuelto este pasado fin de semana a nuestras calles, y de qué manera. Después del temporal de frío siberiano y nieve, que hacía complicada cualquier desplazamiento, fuera por tren, por coche, e incluso avión.
Pues la última semana, ha vuelto a suceder, pero aún de manera más impresionante. Carreteras cortadas, camiones que se amontonaban en las autopistas para poder, cuando el tiempo lo permitiese, continuar su viaje.
En mi experiencia personal, he quedado impresionado. El sábado por la mañana, me disponía a emprender viaje a León desde Gijón. Las 2 tenía que ser la hora de llegada, y un viaje que normalmente no pasa de hora y media, esta vez se preveía mucho mayor, en cuanto a duración. A las 11 menos cuarto inició este desplazamiento.
Nada más salir de Gijón, en la primera rotonda antes de entrar en la autopista, hielo por doquier, y en la Autopista Minera, un solo carril, ya que el resto de la carretera y arcen, estaban cubiertos por la nieve. Algo mejor estaba la A-66, desde Mieres hasta algo antes de Pola de Lena. Eso si, a la derecha, bien colocados, estaban cientos de camiones, esperando poder acceder a la meseta.
Decidimos desplazarnos por el Puerto Pajares, y los últimos 500 metros, eran con cadenas, o, como fue mi caso, con suerte, detrás de la quitanieves, ya que el hielo y la nieve empezaban a ser muy abundantes en la carretera.
La llegada a León, se hizo justo a las 2, por lo cual, tres horas y cuarto, en un desplazamiento que hago en menos de la mitad, pero al menos, llegamos, y bien. Eso si... Kjell necesitó un rápido lavado, porque más que un coche, parecía una cuba de sal.
La vuelta, ayer domingo, se hizo por la AP-66, ya que estaba totalmente congelada la carretera, y el Puerto de Pajares, se preveía algo peor.
Cuidado con el tiempo, aunque para mañana, dan que suben las temperaturas.
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