lunes, 1 de febrero de 2010

La Herencia de Valdemar


Este domingo, volvíamos a los cines Gijoneses después de un tiempo por cines de otras ciudades y otras provincias. Sherlock Holmes en Cinesa (León), Avatar en Parque Principado (Siero), y nos dirijíamos a ver la Herencia de Valdemar.

De primera mano soy reacio a ver películas españolas, en las que la calidad suele abundar... por su excasez. Pero esta vez tenía una pinta totalmente distinta. Una historia de H.P. Lovecraft, llevada a la gran pantalla por Jose Luis Alemán.

Ya en el propio intro, en los trailers iniciales, se veía una calidad, que brilla por su ausencia en nuestro país, y el comienzo de la película era muy interesante. Una casa, sobre la que pesaba unas viejas historias. Una tasadora que desaparece en la casa misteriosa, y una historia de antaño, contada de una manera brillante.

Pasaba el tiempo, y lo que se echa en falta, es el llegar a un desenlace. De echo, me estaba resultando un poco pesada, ya que pensaba que aún le quedaba mucho de película.

Mi sorpresa, y la de todos los que estabamos sentados, es cuando la película se termina. Y todos quedamos pensando ¿Y el final?

Al final de la película, cuando la gente comenzaba a deslizar por las escaleras, se muestran en la pantalla ,pequeños trozos de lo que puede ser una segunda película, con el desenlace de esta primera, ya que ha quedado TODO en el aire.

Mi nota, un terrible suspenso. El por qué, porque... es que la película no tiene final, de ningun tipo. Cuando alguien intenta hacer una serie de películas, que estas estén encadenadas, por norma general, tienen un pequeño inicio, y un pequeño final, para dar al final de cada film, un desenlace, sin cerrar la historia final.

Aquí... no han cerrado nada, te dejan con todo a medias. Y lo que pintaba, como una buena película, con una buena trama, queda siendo una película mala, únicamente porque no tiene desenlace.

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